martes, 30 de noviembre de 2010

Cinco Patriarcas

Cuando radicas lejos de tu lugar de nacimiento, obtienes tanto experiencias enriquecedoras como sinsabores. Dejas allá, amigos y recuerdos, pero lo más complicado es alejarse de los padres y la familia. Es por ello que de manera natural se busca substituir en lo posible a las figuras paternas, quienes son quienes orientan el rumbo de tu vida. En Sonora yo busqué esas figuras y las encontré en 5 personas maravillosas: descubrí a don Melitón Galindo Trejo, maestro que combinaba su ingenio con su socarronería y quien me regaló una familia sin igual, además de un compadre y dos comadres; el Profesor Horacio Soria Larrea me brindó trabajo en sus instituciones, becó a mis hijos y, recibí enseñanzas que sólo imparten quienes como él, han conocido los 5 continentes. De sus cientos de viajes por el mundo, coleccionó hermosas figuras talladas en madera que eran uno más de sus orgullos: fabulosa colección que en su honor, merecerían ser exhibidas.

Don Abelardo Casanova Labrada es mi mentor: es a quien recurro cuando debo tomar una decisión clave que requiere de su sapiencia. Nunca olvidaré que antes de cambiarme a la colonia Modelo, lo consulté y me dijo: “ Te voy a dar un solo consejo: cuidado con los feligreses “; y le hice caso: vivo felizmente atrás de la Iglesia de Santa Eduwiges.



Un alma noble sólo atrae a las almas nobles



Con el Dr. Guillermo Armando Salas Pizá, reconocido geólogo conocí las principales minas y los más destacados mineros del país. He conocido muy pocos hombres tan generosos y tan honestos como él: 5 mil ex alumnos que pasaron por su cátedra en la UNISON, estarán de acuerdo conmigo. Con él aprendí que en la vida había que hacer las cosas “ rápido y bien “. Comprendí además que cuando la injusticia te asalta con la vileza de un espectro, hay que conservar la dignidad y la calma, pues finalmente, pesa y pesará siempre más, la buena siembra que la alevosa injuria.



Un joven de tiempo completo



Por último, pero no por ello menos importante, aparece en mi vida don Ramón Corral Canalizo, quien hace 22 años me invitó a ingresar al Club Fotográfico de Hermosillo. Lo acompañaban estrellas de la lente como Alberto y Luis Herrera Fernández, Manuel Quiroga, Dionisio Othón, Conrado Quezada, Memo Moreno, Toño Rodríguez, Juan Luis Fernández, Gastón y Pepe Cano, Héctor López Limón. Todos ellos fotógrafos de primera línea. Y en otro nivel, cuando menos generacionalmente, Alejandra Platt, Gaby Vásquez, Anita Hirata, El “Chory” Murrieta, Enrique Yescas, Natalia Vidales, Ana Cé, y Edith Reyes.

Don Ramón es un joven de tiempo completo. Dueño de un excelente humor que reparte con todos los que tenemos la fortuna de acercarnos a él.

En abril del 2010, lo visité y lo encontré muy entusiasmado con un nuevo equipo digital compuesto por una cámara Canon (marca que venera); a un lado una impresora digital que sería la envidia de cualquier laboratorio profesional. Además, en ese momento operaba un sofisticado software de edición de imagen en su computadora. Aquello no me sorprendió, don Ramón siempre ha estado a la vanguardia en tecnología fotográfica. Sin embargo, observé el resultado de su trabajo y me maravilló ver imágenes de gran calidad estética: producto de la conjunción de la técnica y el talento artístico. De esa reunión surgió la idea de realizar una exposición que tendría características singulares: serían tomadas en diferentes parajes del estado de Sonora. Fue así, despacio, pero sin pausas, que don Ramón, acompañado por sus hijos, tomó cientos de fotografías.



Un artista con clase



Mientras tanto, por mi parte, acudí a la Sra. Marcela Fernández de Gándara, Presidenta del DIF Hermosillo, y le llevé una de las fotografías de don Ramón; ella con el entusiasmo que la caracteriza hizo suya la iniciativa, y encargó la acción operativa a la Mtra.Carmen Tonella Trelles, directora de la misma institución. Había que unir voluntades. Labor que fue sencilla, gracias al reconocimiento como fotógrafo y al prestigio como persona que tiene don Ramón. Fue así que pasamos tardes maravillosas, revisando material y tomando un exquisito té verde que prepara doña Lourdes Gándara de Corral. Utilizo el plural porque invité al talentoso artista plástico el Lic. Fernando López Moreno, para que nos asesorara en el quehacer tan complejo como la realización de una buena exposición. Fue así, con el apoyo del DIF Municipal, el Instituto Sonorense de Cultura, el Instituto Municipal de Cultura y Arte, y el Musas, presentamos el 20 de octubre la exposición “Pasión por Sonora”, colección de 30 fotografías enmarcadas. Son obras que fueron admiradas por más de 400 personas durante la inauguración y que 20 de ellas fueron vendidas ahí mismo, sin embargo, usted puede también adquirir una de estas maravillosas fotografías Utilizo la línea recta: hable a la Casa de las Imágenes con el Lic. Fernando López Moreno al 2- 12-75- 63 o bien a su mail fernandolopezm10@hotmail.com, él le enviará el catálogo de las fotografías, así como sus costos. Adquiera una foto clásica de don Ramón Corral Canalizo. Le recuerdo que lo clásico es lo que tiene clase.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

De vicios y herencias


Hay de herencias a herencias. Unas son en efectivo, otras, digamos que en especie. Ambas son un escudo contra el futuro incierto. Sin embargo, ante una administración errática y sus comprensibles excesos, algunas herencias suelen desvanecerse en el aire como las volutas de un habano. El finado - antes de serlo- creyó firmemente que aquello que dejaría en el mundo, traería una suerte de tranquilidad a su familia. Convengamos en que las creencias suelen ser actos de fe.



Amorcito Corazón



Son de sobra conocidas las historias de familias que han sufrido la lucha sorda por el destino de una herencia. Surgen los malentendidos ( en donde siempre, alguien entiende mal) y por ello, las estructuras familiares se fracturan con la fragilidad de la porcelana.

Acertadamente Luis Alcaraz y Mario Molina afirman: “ …el dinero no es la vida, es tan solo vanidad…“. Todo, todo, por vivir en Quinto patio, con la línea antropológica que heredamos del cine de vecindad, donde Pedro Infante y su “Chorreada” predicaron en las pantallas la religión de la solidaridad, como vínculo perenne de una clase social. Por ello, no es raro que la película más vista por los mexicanos, sea precisamente, “ Nosotros los pobres”.



El melodrama creado por Ismael Rodríguez con el apoyo del guionista Pedro de Urdimalas, sembró en la conciencia nacional, las bases para el surgimiento de lo que Oscar Lewis definió como “ La cultura de la pobreza “.



La herencia de mis padres



La herencia genética es toda aquella carga de información molecular que, al parecer jamás nos abandona. Es por ello que en nuestro físico y personalidad surgen rasgos que nos definen y que provocan frases que acalambran, como aquella de: “ Saliste igualito a tu tío abuelo Valentín: a mi no me digas nada, reclámale a tu padre”.

Le confieso que yo heredé de mi padre dos vicios y de mi madre, alguna virtud. El vicio es todo aquello que compulsivamente te obliga a repetir una acción, una y otra vez. De mi padre, heredé los vicios de la lectura y la música. Gracias a ello, cuando visito una ciudad, busco una buena librería y una surtida tienda de discos. La capital de España es un paraíso para los lectores ya que las librerías de la Gran Vía, permanecen abiertas las 24 horas. Los libreros madrileños saben perfectamente que los lectores somos noctivagos.

En el tercer piso de la tienda Apple en Londres, cuyos dueños fueron los Beatles, descubrí el sonido envolvente del requinto de Mark Knopfler, líder de Dire Straits en su tema clásico Sultans of swing.

Creo firmemente que un lugar como Gandhi, es lo más parecido a un remanso mazatleco para todos aquellos que padecemos de los vicios mencionados.



La Feria del libro 2010



Por motivos de viaje, asistí solo a dos conferencias de la pasada Feria del Libro que organizó en Hermosillo el Instituto Sonorense de Cultura. Recorrí las editoriales y adquirí algunos libros y cd´s que me acompañarán en la temporada navideña. Felicito a los organizadores por esta edición. En el inicio de una magnífica conferencia sobre Lezama Lima, impartida por Marcelo Uribe, escuché, una vez más, aquello de “México es de los países con los más bajos índices de lectura en el mundo”. Esa es una verdad que a fuerza de escucharla me abruma.

Debo aclarar que pienso que es errático el pensar que el desinterés del pueblo mexicano por la lectura sea una cuestión de voluntad: cuando la verdad, es que el alejamiento de los lectores a los libros es uno más de los efectos de una magra economía. Mire usted: un lector sin dinero que acude a una feria de libro, es como un eunuco que atestigua una orgía. Es como un hambriento que, de lejos, se saborea con los manjares de un banquete.



Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo Fuente de Vaqueros ( Granada) en 1931, dijo: “Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro”.



Hacer de nuestro pueblo un pueblo lector, es un reto no solamente de las instituciones culturales, sino un desafío más que debe enfrentar nuestra nación.

P. D.: ¡Gracias padre mío por heredarme vicios que puedo confesar!... ¡Gracias mamá, por la virtud que más le admiro y que considero inalcanzable: su nobleza!.