miércoles, 14 de abril de 2010

Buenos Aires París













"él último tango en París"



Franco Becerra B. y G.

Para mi amigo Antonio Jáquez a cuya ausencia no me resigno.

“ Habrá que vivir borracho de algo… “ afirmaba Baudelaire. Esto debe ser cierto: algunos viven borrachos de ilusiones y de improviso se topan con la realidad de un muro medieval.

Otros viven borrachos de poder durante seis años, para después padecer de una prolongada resaca que no cede con el Alka Seltzer.

El argentino vive borracho de añoranza; vive esperanzado por retornar al origen ancestral. Desea saborear nuevamente los cannolis de la abuela; extraña la alegría de la gaita gallega en las romerías. Argentina es un país de inmigrantes, descendientes de italianos y españoles en su gran mayoría: sus apellidos así lo avalan.

Octavio Paz bromeaba: “Los mexicanos descendemos de los aztecas, los peruanos de los incas, y los argentinos descienden… pero de los barcos. “ Borges apoyaba al poeta: “ Los argentinos son europeos en el exilio”.

La inmigración europea al cono sur es una de las más prolongadas que registra la historia, data de 1850. “ Gobernar es poblar “, rezaba el precepto de la política de población de Juan Bautista Alberdi . Esta ola de inmigrantes fundó una región de nostálgicos que intentan atrapar lo imposible.

El tango es a la música lo que el heliotropo es al olfato. ¿Qué si el tango es de origen argentino o uruguayo?. Esa es una eterna discusión que igual que al necio, hay que evitar.

Lo cierto es que el tango es “ un sentimiento triste que se baila” como lo sentenciara Enrique Santos Discépolo, el compositor del tango inmortal “Cambalache”, cuyas líneas es saludable repasar periódicamente: “ Qué falta de respeto, que atropello a la razón, cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón…”. Si usted desea comprobar que “Cambalache” tiene una vigencia vitalicia, revise el Forbes.

El tango “Uno” es mi favorito. Este tema musicalizó la despedida de Jacobo Zabludovsky de su noticiero 24 horas: “ Uno vive lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias…”, el mismo que interpreta con una extraordinaria calidez, Zarina Hernández de Casanova, esposa de mi admirado maestro y amigo Abelardo Casanova Labrada, periodista non en la historia del periodismo sonorense.

Electro Tango

Pero, si usted me pregunta porque hoy escribo sobre tango, le contestaré: el domingo siguiendo el consejo del poeta maldito, me emborraché de tango. Empecé con Gardel, continué con Astor Piazolla, para encontrarme con una nueva hornada de músicos argentinos que recogen la tradición del tango y lo presentan al siglo XXI. Le llaman Electro Tango y es una afortunada fusión entre el tango y la música electrónica. Dentro de este movimiento se encuentran, Gotan Project, Bajo Fondo Tango Club y San Telmo Lounge, entre otros. Este movimiento musical proyecta nuevamente al tango por el mundo, con la frescura del Río de la Plata en un verano porteño. Se escucha el bandoneón, se escucha el bajo, el sintetizador, los violines y las voces ondulantes, pero sobretodo, se percibe en su estructura el espíritu dinámico de una nueva Argentina. Le recomiendo una antología que recopila a lo más representativo del Electro Tango, se llama Buenos Aires, Paris. Cualquiera de los tres Cds que usted consiga, sé que le van a gustar. Búsquelos en You Tube y enamórese de ellos. Ya lo dijo el compositor J. R. Iglesias: “ El tango es el tango… si tiene milonga, no importa que sea de ayer o de hoy… “

sábado, 10 de abril de 2010

Los gatos están tristes















Hermosillo, Sonora, 2 de abril del 2010

Carlos: me acabo de enterar que estás en terapia intensiva. Me lo había comentado hace dos semanas Susana Vidales, a quien bien conoces: “ Monsi se siente mal, ¿ No te has dado cuenta que hace tiempo que no aparece en el “ Noticiero” de López Dóriga?”. Por ello, desde Hermosillo te escribo ésta con el cariño y la admiración de siempre.

Mira, tú bien lo sabes, para mí como para mi generación tus artículos han sido por décadas una referencia obligada: “¿ Ya leíste “Por mi madre bohemios?”. “Y ahora : ¿ a quién le pega? ”

Tu crítica aguda sobre la verborrea insulsa de los hombres del poder es - nadie lo duda- un estilete florentino que se hunde en lo más profundo de la estulticia nacional.

Algunas voces confesionales, consideraron a tus libros como “poco recomendables”. ¡Qué ingenuos! lo único que lograron fue que los lectores se volcaran en las librerías buscando tus títulos. ¿Recuerdas la polémica del Crimen del Padre Amaro?

Tu alguna vez lo afirmaste: “Todo lo prohibido es compulsivo”. Y mira, como siempre, la razón te asiste. Lo comprobó Fuentes con “ Aura” ante la censura inquisitorial de Abascal. Te adivino mimando a uno de tus diez gatos y riendo por aquella iniciativa absurda.

Monsi: ¡ Como te gustan los felinos!. Tu mismo lo has dicho: ” Un gato es nuestra posibilidad de acariciar a un tigre.” Fíjate que me llama la atención la proclividad de los intelectuales por los gatos: ¿ Recuerdas el sufrimiento de Borges ante la muerte de su minino “Beppo”?. Por supuesto que gozaste a Neruda cuando en su “Oda al gato” decía : “ Oh fiera independiente de la casa, arrogante vestigio de la noche… policía secreto de las habitaciones “. Y ya ni hablar de Elena Garro, y su departamento parisino habitado por sus espectros y sus decenas de gatos.

Hoy deseo que te rías, que salgas airoso del trance en que te encuentras, por ello te quiero recordar la primera vez que pisaste un estudio de Televisa. Probablemente lo recuerdes: tu editorial Grijalbo te hizo madrugar para promocionar un libro en el programa “ Hoy Mismo”. En 1988 era la emisión matutina de más alto rating en la estación del ”Tigre” Azcárraga. Estabas desvelado, hubiera jurado que la noche anterior habías leído de corrido la “Guerra y la paz “. El director de cámaras se regodeaba en mostrar al televidente tu cabellera hirsuta; tampoco faltó la toma indiscreta a tus pies, que descubría en cadena nacional que los intelectuales no usan calcetines. Guillermo Ochoa, dueño de la emisión y con un dejo de prepotencia anunció: “Tenemos en ésta mañana al periodista y escritor Carlos Monsiváis, que viene a platicar de su libro “Escenas de pudor y liviandad” que recientemente ha visto la luz “ . Monsi, te recuerdo: tú lo observabas con atención, medías una a una sus palabras y simplemente asentías. “Carlos, éste libro nos habla entre otras cosas de tu afición por el cine y yo… mmm, yo quiero hacerte una pregunta: hoy que nos ven millones de televidentes dinos Carlos : ¿ Estarías dispuesto a hacer un desnudo en el cine? “ . “ Mire usted, si fuera un desnudo artístico… ¡ No !.” La respuesta desconcertó a Ochoa que no tuvo más remedio que mandar a comerciales. Yo apagué el televisor y salí a buscar el libro.

Carlos: quiero seguir contando con tu presencia: una presencia obligada en un momento que al parecer la nave ha perdido el timón. Aún no asimilamos ni se resuelven los asesinatos de los estudiantes del Tec, ni los de Acapulco, ni los que mañana se acumulen en Ciudad Juárez, cuando ahora el crimen de una niña tiene atribulado al país entero.

¿ No te parece mi buen Carlos que estamos al filo del abismo y alguien tambaleante se aproxima a nuestras espaldas ?.

Es verdad, hoy estamos expuestos a un maremágnum de información como nunca en la historia de la humanidad, por ello, me quedo con una más de tus frases brillantes… una más: “ Yo ya no sé si no entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo “.

Monsi: los gatos están tristes: ¿ Cuando te dan de alta?.